y otro tema más de Paco rana XD:
ELEMENTOS DE CAMBIO EN LA ETAPA FINAL DEL FRANQUISMO. LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN. EVOLUCIÓN DE LAS MENTALIDADES. LA CULTURA.
Al final de la guerra la dictadura puso en marcha una dura represión sobre los españoles que habían apoyado la república; lo que explica que la oposición al franquismo fuera escasa en los años cuarenta. Destacó solo la actividad clandestina del PCE de los grupos guerrilleros “el Makis” que tuvieron poco éxito por carecer de ayuda por parte de los aliados. Al finalizar la segunda guerra mundial, Inglaterra y los EEUU no tuvieron ningún interés en derrocar la dictadura; fue esta actitud la que hizo fracasar posibles alternativas al franquismo como la alternativa monárquica de Don Juan, y se frustró en 1946 la alianza conjunta de socialistas y monárquicos de Don Juan. El gobierno de la república española en el exilio asumió la representación de la España democrática con escasa operatividad.
En 1951 se produjeron las primeras movilizaciones obreras, en Barcelona, País Vasco y Madrid. El PCE cambió la guerrilla por una nueva táctica el “entrismo” que consistía en utilizar los cargos del sindicato vertical para defender y organizar a los trabajadores.
El mayor éxito fue la creación de las comisiones obreras; una organización surgida en 1962 que dio un gran impulso a las luchas sociales y políticas. Estas luchas se sumaron a otros sectores sociales y políticos: la universidad, grupos socialistas y liberales, además de sectores católicos cercanos a la democracia cristianas. La jerarquía eclesiástica fue distanciándose sobre todo a partir del concilio Vaticano II, del régimen franquista, lo que supuso un gran disgusto para el caudillo.
Impotente para frenar un movimiento que crecía año tras año, el régimen recurrió a la represión: estados de excepción, disolución a tiros de las manifestaciones, y encarcelamiento de manifestantes, huelguistas y líderes sociales. A pesar de todo, la larga duración del franquismo se explica por el terror y la represión que logró que una buena parte de la población internalizara el miedo a protestar y a moverse; la “tolerancia” de los países occidentales que se limitaron a criticar verbalmente sin presionar al régimen, y la división de la oposición política. A pesar de todo no hubo un pacto de San Sebastián como en 1930: la iniciativa del PCE de crear la junta democrática, fue respondida por el PSOE con la creación de la plataforma de convergencia democrática, formada por partidos moderados de centro e izquierda.
La Iglesia Católica advirtió en pleno régimen de Franco un creciente descontento de las masas por lo que no podía dejar de tener en cuenta las consecuencias que sobrevendrían si su Jerarquía continuaba, en su conjunto, apoyando a la dictadura, máxime cuando algunas personalidades católicas, seglares y eclesiásticas, empezaban a diferenciarse del régimen adoptando actitudes críticas para conservar el ascendiente de la Iglesia sobre las masas católicas. Aparecen así a partir de 1946 Hermandades Obreras de Acción Católica (HOAC), que criticaban diversos aspectos de la política social de la dictadura y adoptaban posturas liberales. Con todo ello pretendían sentar las bases de un movimiento católico de oposición que pudiera reclamar el derecho a desempeñar un papel dirigente en la vida política española, en caso de caída del franquismo, posibilidad que la Iglesia no excluía.
En 1973 se inició la crisis del régimen: a la proximidad del fin de Franco y a los enfrentamientos entre inmovilistas y aperturistas, se unió la crisis del petróleo que frenó el crecimiento económico y ayudó a intensificar las movilizaciones populares; otro factor fue el asesinato del almirante carrero blanco, hombre al que todos consideraban supervisor del futuro rey Juan Carlos. Franco nombró un nuevo gobierno dispuesto a hacer frente a la apuesta democrática de la oposición. Una tromboflebitis obligó a Franco a ceder temporalmente en 1974 la jefatura del Estado a Juan Carlos; al recuperarse asumió de nuevo el mando, y ordenó la ejecución de 5 presuntos terroristas dos meses antes de morir en 1975. Las “familias” del franquismo esperaban que Juan Carlos continuara un “franquismo sin Franco”; el dilema del rey era perpetuar el franquismo o romper con él, con la primera opción corría el riesgo de provocar una revuelta popular. Para evitar una radicalización política, las potencias occidentales animaron al rey a dar pasos efectivos hacia la democracia.
En Julio de 1976 el rey nombró jefe de gobierno a Adolfo Suárez con el encargo expreso de llevar a cabo la reforma política. Operación que supo llevar a cabo en ese peculiar proceso español de transición a la democracia.
Aquí me dedicaré a poner como entradas los apuntes de segundo de bachillerato que serán útiles a muchos para la selectividad, al menos de este año.
domingo, 1 de mayo de 2011
Historia. Temas largos Franquismo II
Aviso que este tema tendréis que completarlo porque lo que tengo es muy breve. Pero esencial.
LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA. LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS. DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO. LOS CAMBIOS SOCIALES.
El gobierno tecnócrata nombrado por Franco en 1957 decidió acabar con la época autarquista anterior e hizo aprobar en 1959 la ley de nueva ordenación económica o plan de estabilización. El propósito de este cambio fue incorporar la economía española a Europa y liberalizar la economía mediante un paquete de medidas que incluían: la libertad de precios, la entrada de capitales extranjeros, la reducción de los controles gubernamentales sobre el mercado, las empresas y el comercio exterior; de esta forma el gobierno solucionaba la producción escasa y de baja calidad, la inflación, el desempleo y el bajo nivel de vida.
A corto plazo permitió el control de la inflación y del déficit exterior. A medio plazo la liberación económica favoreció la entrada en España de capitales extranjeros a través de préstamos de agencias internacionales; inversiones directas de empresas extranjeras; incremento de las divisas gracias al aumento de las exportaciones de productos industriales, la llegada masiva de turistas y envío de remesas de inmigrantes.
El gobierno puso en marcha planes de desarrollo a cuatro años que tuvieron escasos efectos. Aunque se habló del “milagro económico español” éste no existió: fue el abandono de la autarquía y el cambio de política económica lo que impulsó el crecimiento económico que Europa venía disfrutando desde hacía años. Gracias a ello España se modernizó y dejó de ser un país agrario para insertarse en la dinámica de la sociedad industrial y post-industrial.
La victoria en la guerra civil de los militares rebeldes y de las derechas supuso un grave retroceso en todos los órdenes de la vida. En el ámbito social, los terratenientes volvieron a recuperar tal predominio que durante más de una década España parecía haber regresado a los tiempos canovistas de la oligarquía y caciquismo bajo las férreas condiciones de la dictadura franquista. En los años 50 se inició un fuerte éxodo rural por parte de un millón de campesinos, en su mayoría jornaleros de la España del sur latifundista que vivían en condiciones de miseria extremas. El plan de estabilización intensificó este éxodo haciendo que tres millones de agricultores abandonaran el campo. Sobre todo en País vasco, Madrid y Barcelona. Estos cambios transformaron el panorama social español y permitió una sociedad capitalista moderna:
Bajo la hegemonía de una poderosa burguesía financiera la banca española fue desarrollando una burguesía industrial y comercial que consolidó su poder gracias al acercamiento a Europa y a la integración a la OECE. Otro cambio sustancial fue el crecimiento de las clases medias atrofiado en las dos primeras décadas del franquismo. Junto a las viejas clases medias aparecieron las nuevas clases medias ligadas a la modernización técnica y económica: empleados y ejecutivos de empresas modernas y licenciados salidos de la universidad. Estos sectores ya no aceptaban la dictadura y exigían que la liberación política acompañara a la economía. En el estrato inferior cobró una importancia crucial la clase obrera que en los 60 mantuvo un impulso con el régimen valiéndose de instrumentos como las comisiones obreras. Los empleados del sector servicio acompañaron y la población agraria fue perdiendo efectivos debido al éxodo rural y mejoró su nivel de vida: los jornaleros gracias a la subida de los salarios y los campesinos gracias al aumento de sus explotaciones.
LA CONSOLIDACIÓN DEL RÉGIMEN FRANQUISTA. LAS TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS. DE LA AUTARQUÍA AL DESARROLLISMO. LOS CAMBIOS SOCIALES.
El gobierno tecnócrata nombrado por Franco en 1957 decidió acabar con la época autarquista anterior e hizo aprobar en 1959 la ley de nueva ordenación económica o plan de estabilización. El propósito de este cambio fue incorporar la economía española a Europa y liberalizar la economía mediante un paquete de medidas que incluían: la libertad de precios, la entrada de capitales extranjeros, la reducción de los controles gubernamentales sobre el mercado, las empresas y el comercio exterior; de esta forma el gobierno solucionaba la producción escasa y de baja calidad, la inflación, el desempleo y el bajo nivel de vida.
A corto plazo permitió el control de la inflación y del déficit exterior. A medio plazo la liberación económica favoreció la entrada en España de capitales extranjeros a través de préstamos de agencias internacionales; inversiones directas de empresas extranjeras; incremento de las divisas gracias al aumento de las exportaciones de productos industriales, la llegada masiva de turistas y envío de remesas de inmigrantes.
El gobierno puso en marcha planes de desarrollo a cuatro años que tuvieron escasos efectos. Aunque se habló del “milagro económico español” éste no existió: fue el abandono de la autarquía y el cambio de política económica lo que impulsó el crecimiento económico que Europa venía disfrutando desde hacía años. Gracias a ello España se modernizó y dejó de ser un país agrario para insertarse en la dinámica de la sociedad industrial y post-industrial.
La victoria en la guerra civil de los militares rebeldes y de las derechas supuso un grave retroceso en todos los órdenes de la vida. En el ámbito social, los terratenientes volvieron a recuperar tal predominio que durante más de una década España parecía haber regresado a los tiempos canovistas de la oligarquía y caciquismo bajo las férreas condiciones de la dictadura franquista. En los años 50 se inició un fuerte éxodo rural por parte de un millón de campesinos, en su mayoría jornaleros de la España del sur latifundista que vivían en condiciones de miseria extremas. El plan de estabilización intensificó este éxodo haciendo que tres millones de agricultores abandonaran el campo. Sobre todo en País vasco, Madrid y Barcelona. Estos cambios transformaron el panorama social español y permitió una sociedad capitalista moderna:
Bajo la hegemonía de una poderosa burguesía financiera la banca española fue desarrollando una burguesía industrial y comercial que consolidó su poder gracias al acercamiento a Europa y a la integración a la OECE. Otro cambio sustancial fue el crecimiento de las clases medias atrofiado en las dos primeras décadas del franquismo. Junto a las viejas clases medias aparecieron las nuevas clases medias ligadas a la modernización técnica y económica: empleados y ejecutivos de empresas modernas y licenciados salidos de la universidad. Estos sectores ya no aceptaban la dictadura y exigían que la liberación política acompañara a la economía. En el estrato inferior cobró una importancia crucial la clase obrera que en los 60 mantuvo un impulso con el régimen valiéndose de instrumentos como las comisiones obreras. Los empleados del sector servicio acompañaron y la población agraria fue perdiendo efectivos debido al éxodo rural y mejoró su nivel de vida: los jornaleros gracias a la subida de los salarios y los campesinos gracias al aumento de sus explotaciones.
Historia. Temas largos. Franquismo I
LA CREACIÓN DEL ESTADO FRANQUISTA: FUNDAMENTOS IDEOLÓGICOS Y APOYOS SOCIALES. EVOLUCIÓN POLÍTICA Y COYUNTURA EXTERIOR. DEL AISLAMIENTO AL RECONOCIMIENTO SOCIAL. EL EXILIO.
La guerra civil española concluyó con la victoria de los militares sublevados contra la república el 18 de julio de 1936. El nuevo estado franquista, en esencia una dictadura militar, fue adquiriendo formatos diferentes en sus etapas sucesivas: la dictadura fascista, identificada con las potencias del eje cedió el paso a la dictadura nacional católica cuando en 1945 estas fueron derrotadas. Desde 1957 se inició la tercera fase de dictadura autoritaria o tecnocrática que concluyó con la muerte del propio dictador.
En 1936 adoptó el modelo totalitarios imperante en Italia y Alemania con rasgos diferenciadores y cuyas características eran: rechazo del estado liberal y democrático; supremacía del estado sobre el individuo; dirección del Estado por parte de un partido único liderado por el caudillo; subordinación del partido al mando militar; nacionalismo exaltado; centralismo sin autonomías regionales (“Prefiero una España roja a una España rota” dijo Calvo Sotelo). Y, por otro lado, una profunda represión contra los “enemigos del régimen” con consignas de eliminar, limpiar, erradicar, depurar, y exterminar, a liberales, demócratas, marxistas, republicanos, y anarquistas; a los cuales se les negó el derecho al trabajo y se les encerró en cárceles, campos de concentración, o se les ejecutó sin piedad. Muchos políticos de carácter contrario al régimen, además de la mayoría de literatos y estudiosos de la época se vieron obligados a emigrar a Europa o a Sudamérica, junto con miles de españoles que huían de un país de miseria y represión. En total, sumando los ejecutados antes y después de 1936, se calcula que hubo alrededor de 200.000 víctimas mortales del régimen.
El nacionalismo económico de esta etapa de traduce en intervencionismo y autarquía. Los errores de Franco debido a esto fueron calamitosos: Quiso reconstruir España sin ayuda externa, lo cual era imposible porque el país carecía de todo; prefirió desarrollar la industria pesada y militar antes que alimentar a la población, y, además, España tuvo que pagar a Hitler la ayuda de la guerra civil con alimentos y minerales. La dramática escasez de alimentos obligó la creación de “cartillas de racionamiento” que, unidas a los miserables salarios de los trabajadores, dieron lugar a los “años del hambre”. Solo los empresarios agrícolas y los estraperlistas, amparados por el régimen se vieron beneficiados con la compra-venta de productos en el mercado negro “el estraperlo”.
En septiembre de 1939 estalló la segunda guerra mundial. Aunque los compromisos con Italia y Alemania obligaban a Franco a aliarse con el eje Berlín-Roma-Tokio, éste prefirió adoptar una postura oportunista de neutralidad que cambio por la de “no beligerancia” tras la derrota francesa en 1940. En la entrevista con Hitler en Hendaya, Franco exigió las colonias francesas de Marruecos y el Oranesado a cambio de que España entrase en la guerra, lo cual no obtuvo. Pero aun asi, España contribuyó al eje con la división azul que luchó junto a los nazis en Leningrado, facilidades portuarias a la flota nazi y cantidades importantes de alimentos y recursos minerales a Hitler. Tras el descalabro nazi en Stalingrado Franco “olió” la posible derrota e inició el acercamiento a los Aliados. Además dio orden a la prensa de no jalear los éxitos nazis.
A pesar de estas maniobras, la ONU condenó el régimen por su complicidad con las potencias fascistas, aunque la condena fue más retórica que real ya que Inglaterra y los EE.UU decidieron salvarlo; podía ser un aliado importante en la Guerra Fría, conflicto abierto tras la segunda guerra mundial.
Para hacer mas presentable el régimen ante la comunidad internacional, Franco eliminó todos los símbolos fascistas de la época anterior y dio un giro “nacional católico” al régimen. Este estado corporativo franquista era un régimen autoritario pero pseudo-representativo, con cortes. Aun asi, era Franco quien tenía la ultima palabra sobre todo y en 1945 hizo aprobar el fuero de los españoles (una parodia de la declaración de derechos), y mas tarde, en 1947, convoca un referéndum tras el cual se declara España como monarquía franquista.
El aislamiento internacional hizo extremar la autarquía y la economía fue a peor (tanto la industria como la agricultura no funcionaban). Lo que palió estas carencias y hambre fue el trigo y la carne que envió la Argentina de Perón, salvando asi el régimen de un levantamiento popular.
El sector más favorecido era el de los terratenientes mientras que los empresarios (que por un lado apoyaban al régimen) demandaban más libertad económica y comercial. Además los trabajadores sufrían grandes penurias vitales y la restricción de sus derechos fundamentales.
En 1950 EEUU decidió acabar con el aislamiento internacional y forzó en la ONU el levantamiento de la condena al régimen. Más tarde se iniciaron las conversaciones que dieron lugar en 1953 al pacto de amistad hispano americano. Su firma permitió a los EEUU montar cerca de veinte bases militares a cambio de cierta ayuda económica y alimenticia. Dos años mas tarde España lograría entrar a formar parte de la ONU.
Franco remodeló el gobierno en 1951 para ponerlo mas a tono con las exigencias del aliado norteamericano. Aunque los acuerdos con los EEUU y la santa sede consolidaron el régimen franquista, la crisis social de 1956 puso de manifiesto que las clases populares no aceptaban ya la dictadura y aumentaban las disensiones y los enfrentamientos entre las “familias” del régimen. Los monárquicos mostraban su descontento frente a los falangistas mientras los nacional-católicos perdían influencia. Por encima se mantenía la indiscutible autoridad de Franco y de los militares. De la crisis económica, política y social de 1956-59 salió triunfante el Opus Dei, que contaba con el apoyo del almirante carrero blanco, y que reconvirtió la dictadura nacional-católica en una dictadura autoritaria y tecnocrática.
Las materias primas y los préstamos norteamericanos dieron un relativo impulso a la producción agrícola e industrial, mientras que los excedentes de mantequilla, leche y queso calmaron el hambre de la población. Esta ayuda fue de eficacia limitada pues Franco incumplió sus promesas de apertura y mantuvo el modelo económico intervencionista y autárquico. Entre 1956 y 1959 se produjo una grave crisis social que surgió primero en la universidad (protestas estudiantiles) y mas tarde en la industria (huelgas) Por lo que Franco se vio obligado a nombrar en 1957 un nuevo gobierno formado por miembros del Opus Dei que decidieron acabar con la autarquía y aprobar la nueva ley de ordenación económica o plan de estabilización. Poniendo punto final a casi un siglo de proteccionismo y nacionalismo económico.
La guerra civil española concluyó con la victoria de los militares sublevados contra la república el 18 de julio de 1936. El nuevo estado franquista, en esencia una dictadura militar, fue adquiriendo formatos diferentes en sus etapas sucesivas: la dictadura fascista, identificada con las potencias del eje cedió el paso a la dictadura nacional católica cuando en 1945 estas fueron derrotadas. Desde 1957 se inició la tercera fase de dictadura autoritaria o tecnocrática que concluyó con la muerte del propio dictador.
En 1936 adoptó el modelo totalitarios imperante en Italia y Alemania con rasgos diferenciadores y cuyas características eran: rechazo del estado liberal y democrático; supremacía del estado sobre el individuo; dirección del Estado por parte de un partido único liderado por el caudillo; subordinación del partido al mando militar; nacionalismo exaltado; centralismo sin autonomías regionales (“Prefiero una España roja a una España rota” dijo Calvo Sotelo). Y, por otro lado, una profunda represión contra los “enemigos del régimen” con consignas de eliminar, limpiar, erradicar, depurar, y exterminar, a liberales, demócratas, marxistas, republicanos, y anarquistas; a los cuales se les negó el derecho al trabajo y se les encerró en cárceles, campos de concentración, o se les ejecutó sin piedad. Muchos políticos de carácter contrario al régimen, además de la mayoría de literatos y estudiosos de la época se vieron obligados a emigrar a Europa o a Sudamérica, junto con miles de españoles que huían de un país de miseria y represión. En total, sumando los ejecutados antes y después de 1936, se calcula que hubo alrededor de 200.000 víctimas mortales del régimen.
El nacionalismo económico de esta etapa de traduce en intervencionismo y autarquía. Los errores de Franco debido a esto fueron calamitosos: Quiso reconstruir España sin ayuda externa, lo cual era imposible porque el país carecía de todo; prefirió desarrollar la industria pesada y militar antes que alimentar a la población, y, además, España tuvo que pagar a Hitler la ayuda de la guerra civil con alimentos y minerales. La dramática escasez de alimentos obligó la creación de “cartillas de racionamiento” que, unidas a los miserables salarios de los trabajadores, dieron lugar a los “años del hambre”. Solo los empresarios agrícolas y los estraperlistas, amparados por el régimen se vieron beneficiados con la compra-venta de productos en el mercado negro “el estraperlo”.
En septiembre de 1939 estalló la segunda guerra mundial. Aunque los compromisos con Italia y Alemania obligaban a Franco a aliarse con el eje Berlín-Roma-Tokio, éste prefirió adoptar una postura oportunista de neutralidad que cambio por la de “no beligerancia” tras la derrota francesa en 1940. En la entrevista con Hitler en Hendaya, Franco exigió las colonias francesas de Marruecos y el Oranesado a cambio de que España entrase en la guerra, lo cual no obtuvo. Pero aun asi, España contribuyó al eje con la división azul que luchó junto a los nazis en Leningrado, facilidades portuarias a la flota nazi y cantidades importantes de alimentos y recursos minerales a Hitler. Tras el descalabro nazi en Stalingrado Franco “olió” la posible derrota e inició el acercamiento a los Aliados. Además dio orden a la prensa de no jalear los éxitos nazis.
A pesar de estas maniobras, la ONU condenó el régimen por su complicidad con las potencias fascistas, aunque la condena fue más retórica que real ya que Inglaterra y los EE.UU decidieron salvarlo; podía ser un aliado importante en la Guerra Fría, conflicto abierto tras la segunda guerra mundial.
Para hacer mas presentable el régimen ante la comunidad internacional, Franco eliminó todos los símbolos fascistas de la época anterior y dio un giro “nacional católico” al régimen. Este estado corporativo franquista era un régimen autoritario pero pseudo-representativo, con cortes. Aun asi, era Franco quien tenía la ultima palabra sobre todo y en 1945 hizo aprobar el fuero de los españoles (una parodia de la declaración de derechos), y mas tarde, en 1947, convoca un referéndum tras el cual se declara España como monarquía franquista.
El aislamiento internacional hizo extremar la autarquía y la economía fue a peor (tanto la industria como la agricultura no funcionaban). Lo que palió estas carencias y hambre fue el trigo y la carne que envió la Argentina de Perón, salvando asi el régimen de un levantamiento popular.
El sector más favorecido era el de los terratenientes mientras que los empresarios (que por un lado apoyaban al régimen) demandaban más libertad económica y comercial. Además los trabajadores sufrían grandes penurias vitales y la restricción de sus derechos fundamentales.
En 1950 EEUU decidió acabar con el aislamiento internacional y forzó en la ONU el levantamiento de la condena al régimen. Más tarde se iniciaron las conversaciones que dieron lugar en 1953 al pacto de amistad hispano americano. Su firma permitió a los EEUU montar cerca de veinte bases militares a cambio de cierta ayuda económica y alimenticia. Dos años mas tarde España lograría entrar a formar parte de la ONU.
Franco remodeló el gobierno en 1951 para ponerlo mas a tono con las exigencias del aliado norteamericano. Aunque los acuerdos con los EEUU y la santa sede consolidaron el régimen franquista, la crisis social de 1956 puso de manifiesto que las clases populares no aceptaban ya la dictadura y aumentaban las disensiones y los enfrentamientos entre las “familias” del régimen. Los monárquicos mostraban su descontento frente a los falangistas mientras los nacional-católicos perdían influencia. Por encima se mantenía la indiscutible autoridad de Franco y de los militares. De la crisis económica, política y social de 1956-59 salió triunfante el Opus Dei, que contaba con el apoyo del almirante carrero blanco, y que reconvirtió la dictadura nacional-católica en una dictadura autoritaria y tecnocrática.
Las materias primas y los préstamos norteamericanos dieron un relativo impulso a la producción agrícola e industrial, mientras que los excedentes de mantequilla, leche y queso calmaron el hambre de la población. Esta ayuda fue de eficacia limitada pues Franco incumplió sus promesas de apertura y mantuvo el modelo económico intervencionista y autárquico. Entre 1956 y 1959 se produjo una grave crisis social que surgió primero en la universidad (protestas estudiantiles) y mas tarde en la industria (huelgas) Por lo que Franco se vio obligado a nombrar en 1957 un nuevo gobierno formado por miembros del Opus Dei que decidieron acabar con la autarquía y aprobar la nueva ley de ordenación económica o plan de estabilización. Poniendo punto final a casi un siglo de proteccionismo y nacionalismo económico.
Historia. Temas largos. LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
Aqui va otro tema largo. Aviso: hay mas antes de la guerra civil pero los tengo en otro ordenador asi k empiezo con estos, y luego con los del franquismo, hasta que pueda subir los anteriores. Perdonad las molestias! ^^
LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
La guerra civil española tuvo fuertes implicaciones internacionales. En los años 30 se había producido una marea antidemocrática que fue afectando a cada vez más países europeos, por eso, Hitler y Mussolini se aprestaron a proporcionar la ayuda bélica que le solicitaron los generales Franco y Mola. Ante esa intervención, el gobierno republicano pidió a Francia la venta de armamento que pudiera contribuir a aplastar la rebelión, cosa a la que, inicialmente, el gobierno francés aceptó. Pronto el gobierno inglés le obligó a cambiar de política: el primer ministro quería evitar que la guerra española provocara un conflicto europeo, lo que condujo a establecer la política de no intervención en la guerra española.
La sociedad de naciones fracasó en numerosos conflictos y también en el español. Las potencias (Inglaterra y Francia) que mas debían velar por la defensa de la paz y de la democracia se inhibieron ante el conflicto español y acordaron el Acuerdo de no intervención. Esa “no intervención” fue la traducción al caso español de la política de apaciguamiento que emplearon esas potencias democráticas ante la amenaza de expansión y agresión nazi-fascista. La intención era evitar que el conflicto español se internacionalizase a causa del apoyo militar de fuerzas extranjeras. Su labor, sin embargo, fue un fracaso: desde el principio Italia y Alemania, firmantes del acuerdo, apoyaron descaradamente al bando rebelde. Aún más, cuando el comité estableció un sistema de control marítimo y terrestre para impedir el aprovisionamiento de material a ambos bandos, Alemania e Italia se encargaron, junto con Francia e Inglaterra, de establecer ese control. Los puertos rebeldes pudieron seguir recibiendo armas, a diferencia del bando republicano.
Al final, la “no intervención” se convirtió en la farsa de la no intervención, una política que perjudicó abiertamente a la república. Entre otras incongruencias destacan: Que Inglaterra firmó un acuerdo con Mussolini por el que admitía la presencia de tropas italianas en España; y que el presidente Roosevelt, que íntimamente apoyaba a la república, no pudo evitar que grandes empresas americanas abastecieran al bando franquista con material estratégico.
Las dictaduras fascistas ayudaron a los militares sublevados constituyendo un factor decisivo en el desarrollo de la guerra y en la victoria final de los rebeldes:
La Alemania nazi de Hitler ofreció su ayuda en el ámbito militar, proporcionando material bélico de todo tipo, participó, asi mismo, de forma directa con la legión cóndor (responsable del bombardeo de Guernica). El total de soldados y oficiales alemanes ascendía a 20.000.
La Italia fascista de Mussolini proporcionó también una ayuda vital en aviones, carros y artillería, mayor que la de Alemania en hombres y en valor económico. El cuerpo de tropas voluntarias donde intervinieron cerca de 100.000 soldados y oficiales. Su descalabro mas importante fue el de Guadalajara. La armada italiana tuvo una importancia decisiva en el bloqueo naval a los puertos de la república.
Menor, pero también importante fue la aportación del estado novo portugués con el envío de voluntarios (los viriatos) y el apoyo logístico al ejército franquista.
Mención aparte merece la actitud del Vaticano, que un mes después de que los obispos publicaran su Carta de apoyo a Franco, el papa Pío XI, reconoció al nuevo régimen franquista, una ayuda fundamental para su legitimación a escala interna e internacional.
Si la república no contó con la ayuda de las democracias occidentales, si recibió la ayuda de la Unión Soviética y de México.
La URSS firmó en Agosto de 1936 el tratado de no intervención en la creencia de que éste forzaría el cese de la ayuda germano-italiana. Al no ser así, Stalin se consideró libre para atender a la petición de ayuda militar hecha por el gobierno de Largo caballero; ésta se inició con el envío de asesores y expertos militares, aviones, carros de combate, y otro material bélico convencional. La llegada de estos envíos se fue haciendo cada vez mas difícil tanto por la prohibición expresa del comité de no intervención como por el hundimiento de los mercantes por parte de submarinos italianos y alemanes. La ayuda soviética pudo jugar un papel importante en el inicio de la guerra pero fue debilitándose poco a poco durante su desarrollo. Tema polémico fue el pago de esta ayuda, ya que el gobierno de la república decidió depositar en Rusia una buena parte de las reservas de oro del banco de España.
El presidente de México proporcionó también, desde el primer momento, armas, alimentos, y apoyo diplomático a la república; aunque su aportación fue considerablemente menor a la de la URSS.
Por último destaca la participación en el frente republicano de unos 50.000 voluntarios internacionales. Muchos se integraron en diversas unidades de las Milicias republicanas o en el ejército. El contingente mas importante lo formaron las famosas brigadas internacionales, unidades de choque que tuvieron una intervención decisiva en numerosas batallas de la guerra. Voluntarios de mas de 50 nacionalidades se dirigieron a España para defender la República agredida y detener el avance fascista.
La mayoría de los historiadores considera la guerra de España como un prólogo de la segunda guerra mundial. Fue el primer conflicto abierto entre las potencias fascistas y las fuerzas democráticas españolas unidas en el frente popular. Éstas últimas perdieron la batalla, pero demostraron que se puede hacer frente al fascismo. Las enseñanzas sirvieron para derrotar luego a las potencias del eje.
LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.
La guerra civil española tuvo fuertes implicaciones internacionales. En los años 30 se había producido una marea antidemocrática que fue afectando a cada vez más países europeos, por eso, Hitler y Mussolini se aprestaron a proporcionar la ayuda bélica que le solicitaron los generales Franco y Mola. Ante esa intervención, el gobierno republicano pidió a Francia la venta de armamento que pudiera contribuir a aplastar la rebelión, cosa a la que, inicialmente, el gobierno francés aceptó. Pronto el gobierno inglés le obligó a cambiar de política: el primer ministro quería evitar que la guerra española provocara un conflicto europeo, lo que condujo a establecer la política de no intervención en la guerra española.
La sociedad de naciones fracasó en numerosos conflictos y también en el español. Las potencias (Inglaterra y Francia) que mas debían velar por la defensa de la paz y de la democracia se inhibieron ante el conflicto español y acordaron el Acuerdo de no intervención. Esa “no intervención” fue la traducción al caso español de la política de apaciguamiento que emplearon esas potencias democráticas ante la amenaza de expansión y agresión nazi-fascista. La intención era evitar que el conflicto español se internacionalizase a causa del apoyo militar de fuerzas extranjeras. Su labor, sin embargo, fue un fracaso: desde el principio Italia y Alemania, firmantes del acuerdo, apoyaron descaradamente al bando rebelde. Aún más, cuando el comité estableció un sistema de control marítimo y terrestre para impedir el aprovisionamiento de material a ambos bandos, Alemania e Italia se encargaron, junto con Francia e Inglaterra, de establecer ese control. Los puertos rebeldes pudieron seguir recibiendo armas, a diferencia del bando republicano.
Al final, la “no intervención” se convirtió en la farsa de la no intervención, una política que perjudicó abiertamente a la república. Entre otras incongruencias destacan: Que Inglaterra firmó un acuerdo con Mussolini por el que admitía la presencia de tropas italianas en España; y que el presidente Roosevelt, que íntimamente apoyaba a la república, no pudo evitar que grandes empresas americanas abastecieran al bando franquista con material estratégico.
Las dictaduras fascistas ayudaron a los militares sublevados constituyendo un factor decisivo en el desarrollo de la guerra y en la victoria final de los rebeldes:
La Alemania nazi de Hitler ofreció su ayuda en el ámbito militar, proporcionando material bélico de todo tipo, participó, asi mismo, de forma directa con la legión cóndor (responsable del bombardeo de Guernica). El total de soldados y oficiales alemanes ascendía a 20.000.
La Italia fascista de Mussolini proporcionó también una ayuda vital en aviones, carros y artillería, mayor que la de Alemania en hombres y en valor económico. El cuerpo de tropas voluntarias donde intervinieron cerca de 100.000 soldados y oficiales. Su descalabro mas importante fue el de Guadalajara. La armada italiana tuvo una importancia decisiva en el bloqueo naval a los puertos de la república.
Menor, pero también importante fue la aportación del estado novo portugués con el envío de voluntarios (los viriatos) y el apoyo logístico al ejército franquista.
Mención aparte merece la actitud del Vaticano, que un mes después de que los obispos publicaran su Carta de apoyo a Franco, el papa Pío XI, reconoció al nuevo régimen franquista, una ayuda fundamental para su legitimación a escala interna e internacional.
Si la república no contó con la ayuda de las democracias occidentales, si recibió la ayuda de la Unión Soviética y de México.
La URSS firmó en Agosto de 1936 el tratado de no intervención en la creencia de que éste forzaría el cese de la ayuda germano-italiana. Al no ser así, Stalin se consideró libre para atender a la petición de ayuda militar hecha por el gobierno de Largo caballero; ésta se inició con el envío de asesores y expertos militares, aviones, carros de combate, y otro material bélico convencional. La llegada de estos envíos se fue haciendo cada vez mas difícil tanto por la prohibición expresa del comité de no intervención como por el hundimiento de los mercantes por parte de submarinos italianos y alemanes. La ayuda soviética pudo jugar un papel importante en el inicio de la guerra pero fue debilitándose poco a poco durante su desarrollo. Tema polémico fue el pago de esta ayuda, ya que el gobierno de la república decidió depositar en Rusia una buena parte de las reservas de oro del banco de España.
El presidente de México proporcionó también, desde el primer momento, armas, alimentos, y apoyo diplomático a la república; aunque su aportación fue considerablemente menor a la de la URSS.
Por último destaca la participación en el frente republicano de unos 50.000 voluntarios internacionales. Muchos se integraron en diversas unidades de las Milicias republicanas o en el ejército. El contingente mas importante lo formaron las famosas brigadas internacionales, unidades de choque que tuvieron una intervención decisiva en numerosas batallas de la guerra. Voluntarios de mas de 50 nacionalidades se dirigieron a España para defender la República agredida y detener el avance fascista.
La mayoría de los historiadores considera la guerra de España como un prólogo de la segunda guerra mundial. Fue el primer conflicto abierto entre las potencias fascistas y las fuerzas democráticas españolas unidas en el frente popular. Éstas últimas perdieron la batalla, pero demostraron que se puede hacer frente al fascismo. Las enseñanzas sirvieron para derrotar luego a las potencias del eje.
Historia. Temas largos: LA GUERRA CIVIL: LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. EL DESARROLLO DEL CONFLICTO: ETAPAS Y EVOLUCIÓN...
LA GUERRA CIVIL: LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA. EL DESARROLLO DEL CONFLICTO: ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS.
La II república instaurada en 1931 emprendió una serie de reformas que la derecha intentó desmantelar en el bienio radical-cedista, la victoria del frente popular en febrero del 36 llevó al nuevo gobierno a acelerar las reformas iniciadas en el primer bienio y nuevamente se encontró con la oposición frontal de las derechas dispuestas a impedirlo mediante el recurso al ejército. La sublevación se produjo primero en Marruecos y un dia después en la península. La guerra se produjo, básicamente, porque uno de los bandos, la fuerza más regresiva de la derecha española se alzó contra un gobierno legítimo y prefirió sumergir a España en un baño de sangre antes que aceptar la puesta en marcha de algunas reformas sociales necesarias y justas.
El enfrentamiento acabó con la victoria de la derecha que impuso un cruel castigo a la otra y una dictadura.
En general, el ejército rebelde llevó la iniciativa estratégica de la guerra, si bien en ocasiones, el ejército republicano adoptó iniciativas que acabarían fracasando.
El plan rebelde inicial (1936) preveía realizar, en caso de fracaso del golpe en Madrid, una operación convergente de las fuerzas sublevadas con el objeto de tomar Madrid. Este plan fracasó debido a la resistencia que opusieron las milicias republicanas. Los rebeldes tuvieron que esperar el traslado a la península de las tropas de África. Como la flota leal al gobierno controlaba el estrecho de Gibraltar, Franco, pidió ayuda a Hitler y Mussolini. Los aviones italianos y alemanes posibilitaron el transporte de las tropas a la península, rápidamente se formaron columnas que fueron ocupando Extremadura y Toledo hasta llegar a las puertas de Madrid.
El gobierno republicano, amenazada la capital se trasladó a Valencia. Los jefes rebeldes contaban con tomar Madrid en unos días, pero se encontraron con una férrea resistencia por parte de las tropas republicanas que aguantó firme la embestida de los legionarios y los moros, desbaratando ese primer plan de tomar Madrid. Los rebeldes llegaron hasta la ciudad universitaria. Franco ya jefe supremo de los rebeldes, fracasó en sus intentos de cercar la ciudad mediante el corte de las carreteras de la Coruña, Valencia (batalla del Jarama) y Barcelona (Batalla de Guadalajara en la que fue derrotado el ejército italiano)
El fracaso de Franco ante Madrid le llevó a emprender la conquista del norte industrial. Tras amedrentar a la población con un bombardeo masivo en Guernica los llamados “nacionales” fueron ocupando las provincias del norte desde Vizcaya a Asturias. Las ofensivas lanzadas por los republicanos sirvieron de poco. El gobierno se trasladó a Barcelona.
Tras conquistar el norte, Franco volvió a su idea inicial de tomar Madrid, pero el mando republicano se le adelantó con la ofensiva de Teruel. Tras dos meses de dura batalla, las fuerzas republicanas quedaron muy desgastadas. Franco aprovechó esta situación para ocupar todo Aragón y partir en dos la España republicana. En los meses siguientes prosiguió la ofensiva por Castellón con idea de tomar Valencia y liquidar el levante para impedirlo, los republicanos lanzaron otra ofensiva (batalla del Ebro) Con un ejército republicano muy debilitado, Franco ordenó en Diciembre de 1938 la campaña de Cataluña, región conquistada en 1939. Cerca de medio millón de españoles, la mayoría internados en campos de concentración, salió al exilio, entre ellos el presidente Azaña, artistas e intelectuales como Antonio Machado que murió en la frontera del país.
La caída de Cataluña alertó a los sectores “capitulacionistas” partidarios de rendirse a Franco por creer que sería clemente. Estos sectores se sublevaron en Marzo contra el gobierno de Negrín. El consejo nacional de defensa se propuso pactar una rendición negociada pero Franco solo aceptaba una rendición incondicional. Las tropas rebeldes entraron en Madrid el 28 de Marzo y Franco firmó el “pacto de la victoria”
En cuanto a la evolución política, es necesario distinguir entre la zona republicana y la nacional.
En la zona republicana se mantuvieron hasta casi el final las instituciones representativas y legales. Tan solo en febrero de 1939 el gobierno proclamó el estado de guerra. Esto suponía una relativa suspensión de las garantías constitucionales. Su política se desarrolló en diferentes etapas, de las cuales la primera se corresponde con el gobierno de Giral, nombrado por Azaña en 1936. Éste debía tratar de hacer frente a la amenaza del ejército de Franco que avanzaba sobre Madrid y poner orden al caos social y político provocado por el levantamiento militar. Este provocó el colapso político del Estado, creando una situación de doble poder, el institucional, sin medios para imponerse, y el de la calle formado por milicias sindicales y de partido, sustituyendo al ejército regular y protagonizando la resistencia armada. Finalmente, iniciaron la revolución social mediante el reparto de tierras de los terratenientes y la colectivización de muchas empresas.
La segunda etapa se correspondió con el gobierno de Largo caballero (1936-37) en el que Azaña nombra a éste jefe de gobierno para enderezar la situación. Largo caballero formó un gobierno constituido por todas las fuerzas del frente popular y logró algún éxito en el ámbito civil. Atizados por los anarquistas, en el ámbito militar, las ineficaces milicias fueron sustituidas por el ejército popular de la república. Esto explica el éxito republicano en la batalla de Madrid. Persistía sin embargo, un enfrentamiento estratégico grave: los anarquistas y el POUM “hacían la revolución para ganar la guerra” mientras que el resto de fuerzas se apoyaban en ganar la guerra y después el pueblo resolvería. En mayo de 1937, en Barcelona, Azaña sustituye a Largo caballero por el doctor Negrín, un socialista moderado que inicia la tercera etapa. (1937-39)
Dispuesto a alcanzar la victoria Negrín acabó con el doble poder y consiguió la plena recuperación del poder por parte del estado. Emprendió una serie de ofensivas militares que no lograron los objetivos fijados. Por otro lado definió su política en los “trece puntos de Negrín” que debió ser la base para una negociación sobre el final de la guerra. Franco rechazó cualquier opción que no fuera su victoria total y en Febrero del 39 Azaña presentó su dimisión.
Por último, en Marzo del 39, el fracaso de Negrín unido a la dimisión de Azaña alimentó el bando de los derrotistas, partidarios de terminar la guerra. Su dirigente consiguió el apoyo de la mayoría del PSOE, la CNT, la UGT, y el 5 de Marzo estas fuerzas se sublevaron contra Negrín creando la junta de defensa, y no logrando ningún tipo de negociación con el dictador.
En cuanto al bando nacionalista, desde el principio del conflicto se hicieron con el poder, impusieron el estado de guerra y acabaron con la legalidad democrática. Su proyecto fue instaurar una dictadura militar con el objeto de desmantelar los avances de la república y dar pasos atrás hacia viejas clases sociales dirigentes. Las etapas, al igual que en la república, fueron tres: la primera parte se ubica en 1936, el principal organizador de la sublevación, el general Mola, contaba con el general Sanjurjo como jefe supremo de una junta de defensa nacional. Esta implantó el estado de guerra que aplicó un terror contundente, ello significó el asesinato de miles de republicanos sin mas delito que sus ideas. La represión fue ejercida por la guardia civil, si bien fue apoyada por el ejército y por el propio Franco. En la segunda (1936-37) las maniobras de Franco en septiembre del 36 lo condujeron a su nombramiento como generalísimo de todos los ejércitos, jefe del gobierno Español y caudillo de España. Dueño absoluto del poder, creó la junta técnica del estado, reconocida por Italia y Alemania como gobierno legal. Franco unificó la fuerza de las derechas, que habían apoyado el alzamiento nacional, en el partido falange española tradicionalista de las juntas de ofensiva nacional sindicalista. La iglesia católica también apoyó el alzamiento.
Por último, en la última etapa (1938-39), Franco nombró su primer gobierno formado por civiles y militares. Serrado Suñer, se encargo de las carteras de interior, exteriores y propaganda, y diseñó las líneas fundamentales del nuevo estado que hasta la derrota de Hitler fue abiertamente totalitario y fascista. El primer decreto ley aprobado fue el fuero del trabajo, y el segundo la ley de responsabilidades políticas, mediante la cual clarificó el tipo de represión que iba a ejercer en los años siguientes.
La II república instaurada en 1931 emprendió una serie de reformas que la derecha intentó desmantelar en el bienio radical-cedista, la victoria del frente popular en febrero del 36 llevó al nuevo gobierno a acelerar las reformas iniciadas en el primer bienio y nuevamente se encontró con la oposición frontal de las derechas dispuestas a impedirlo mediante el recurso al ejército. La sublevación se produjo primero en Marruecos y un dia después en la península. La guerra se produjo, básicamente, porque uno de los bandos, la fuerza más regresiva de la derecha española se alzó contra un gobierno legítimo y prefirió sumergir a España en un baño de sangre antes que aceptar la puesta en marcha de algunas reformas sociales necesarias y justas.
El enfrentamiento acabó con la victoria de la derecha que impuso un cruel castigo a la otra y una dictadura.
En general, el ejército rebelde llevó la iniciativa estratégica de la guerra, si bien en ocasiones, el ejército republicano adoptó iniciativas que acabarían fracasando.
El plan rebelde inicial (1936) preveía realizar, en caso de fracaso del golpe en Madrid, una operación convergente de las fuerzas sublevadas con el objeto de tomar Madrid. Este plan fracasó debido a la resistencia que opusieron las milicias republicanas. Los rebeldes tuvieron que esperar el traslado a la península de las tropas de África. Como la flota leal al gobierno controlaba el estrecho de Gibraltar, Franco, pidió ayuda a Hitler y Mussolini. Los aviones italianos y alemanes posibilitaron el transporte de las tropas a la península, rápidamente se formaron columnas que fueron ocupando Extremadura y Toledo hasta llegar a las puertas de Madrid.
El gobierno republicano, amenazada la capital se trasladó a Valencia. Los jefes rebeldes contaban con tomar Madrid en unos días, pero se encontraron con una férrea resistencia por parte de las tropas republicanas que aguantó firme la embestida de los legionarios y los moros, desbaratando ese primer plan de tomar Madrid. Los rebeldes llegaron hasta la ciudad universitaria. Franco ya jefe supremo de los rebeldes, fracasó en sus intentos de cercar la ciudad mediante el corte de las carreteras de la Coruña, Valencia (batalla del Jarama) y Barcelona (Batalla de Guadalajara en la que fue derrotado el ejército italiano)
El fracaso de Franco ante Madrid le llevó a emprender la conquista del norte industrial. Tras amedrentar a la población con un bombardeo masivo en Guernica los llamados “nacionales” fueron ocupando las provincias del norte desde Vizcaya a Asturias. Las ofensivas lanzadas por los republicanos sirvieron de poco. El gobierno se trasladó a Barcelona.
Tras conquistar el norte, Franco volvió a su idea inicial de tomar Madrid, pero el mando republicano se le adelantó con la ofensiva de Teruel. Tras dos meses de dura batalla, las fuerzas republicanas quedaron muy desgastadas. Franco aprovechó esta situación para ocupar todo Aragón y partir en dos la España republicana. En los meses siguientes prosiguió la ofensiva por Castellón con idea de tomar Valencia y liquidar el levante para impedirlo, los republicanos lanzaron otra ofensiva (batalla del Ebro) Con un ejército republicano muy debilitado, Franco ordenó en Diciembre de 1938 la campaña de Cataluña, región conquistada en 1939. Cerca de medio millón de españoles, la mayoría internados en campos de concentración, salió al exilio, entre ellos el presidente Azaña, artistas e intelectuales como Antonio Machado que murió en la frontera del país.
La caída de Cataluña alertó a los sectores “capitulacionistas” partidarios de rendirse a Franco por creer que sería clemente. Estos sectores se sublevaron en Marzo contra el gobierno de Negrín. El consejo nacional de defensa se propuso pactar una rendición negociada pero Franco solo aceptaba una rendición incondicional. Las tropas rebeldes entraron en Madrid el 28 de Marzo y Franco firmó el “pacto de la victoria”
En cuanto a la evolución política, es necesario distinguir entre la zona republicana y la nacional.
En la zona republicana se mantuvieron hasta casi el final las instituciones representativas y legales. Tan solo en febrero de 1939 el gobierno proclamó el estado de guerra. Esto suponía una relativa suspensión de las garantías constitucionales. Su política se desarrolló en diferentes etapas, de las cuales la primera se corresponde con el gobierno de Giral, nombrado por Azaña en 1936. Éste debía tratar de hacer frente a la amenaza del ejército de Franco que avanzaba sobre Madrid y poner orden al caos social y político provocado por el levantamiento militar. Este provocó el colapso político del Estado, creando una situación de doble poder, el institucional, sin medios para imponerse, y el de la calle formado por milicias sindicales y de partido, sustituyendo al ejército regular y protagonizando la resistencia armada. Finalmente, iniciaron la revolución social mediante el reparto de tierras de los terratenientes y la colectivización de muchas empresas.
La segunda etapa se correspondió con el gobierno de Largo caballero (1936-37) en el que Azaña nombra a éste jefe de gobierno para enderezar la situación. Largo caballero formó un gobierno constituido por todas las fuerzas del frente popular y logró algún éxito en el ámbito civil. Atizados por los anarquistas, en el ámbito militar, las ineficaces milicias fueron sustituidas por el ejército popular de la república. Esto explica el éxito republicano en la batalla de Madrid. Persistía sin embargo, un enfrentamiento estratégico grave: los anarquistas y el POUM “hacían la revolución para ganar la guerra” mientras que el resto de fuerzas se apoyaban en ganar la guerra y después el pueblo resolvería. En mayo de 1937, en Barcelona, Azaña sustituye a Largo caballero por el doctor Negrín, un socialista moderado que inicia la tercera etapa. (1937-39)
Dispuesto a alcanzar la victoria Negrín acabó con el doble poder y consiguió la plena recuperación del poder por parte del estado. Emprendió una serie de ofensivas militares que no lograron los objetivos fijados. Por otro lado definió su política en los “trece puntos de Negrín” que debió ser la base para una negociación sobre el final de la guerra. Franco rechazó cualquier opción que no fuera su victoria total y en Febrero del 39 Azaña presentó su dimisión.
Por último, en Marzo del 39, el fracaso de Negrín unido a la dimisión de Azaña alimentó el bando de los derrotistas, partidarios de terminar la guerra. Su dirigente consiguió el apoyo de la mayoría del PSOE, la CNT, la UGT, y el 5 de Marzo estas fuerzas se sublevaron contra Negrín creando la junta de defensa, y no logrando ningún tipo de negociación con el dictador.
En cuanto al bando nacionalista, desde el principio del conflicto se hicieron con el poder, impusieron el estado de guerra y acabaron con la legalidad democrática. Su proyecto fue instaurar una dictadura militar con el objeto de desmantelar los avances de la república y dar pasos atrás hacia viejas clases sociales dirigentes. Las etapas, al igual que en la república, fueron tres: la primera parte se ubica en 1936, el principal organizador de la sublevación, el general Mola, contaba con el general Sanjurjo como jefe supremo de una junta de defensa nacional. Esta implantó el estado de guerra que aplicó un terror contundente, ello significó el asesinato de miles de republicanos sin mas delito que sus ideas. La represión fue ejercida por la guardia civil, si bien fue apoyada por el ejército y por el propio Franco. En la segunda (1936-37) las maniobras de Franco en septiembre del 36 lo condujeron a su nombramiento como generalísimo de todos los ejércitos, jefe del gobierno Español y caudillo de España. Dueño absoluto del poder, creó la junta técnica del estado, reconocida por Italia y Alemania como gobierno legal. Franco unificó la fuerza de las derechas, que habían apoyado el alzamiento nacional, en el partido falange española tradicionalista de las juntas de ofensiva nacional sindicalista. La iglesia católica también apoyó el alzamiento.
Por último, en la última etapa (1938-39), Franco nombró su primer gobierno formado por civiles y militares. Serrado Suñer, se encargo de las carteras de interior, exteriores y propaganda, y diseñó las líneas fundamentales del nuevo estado que hasta la derrota de Hitler fue abiertamente totalitario y fascista. El primer decreto ley aprobado fue el fuero del trabajo, y el segundo la ley de responsabilidades políticas, mediante la cual clarificó el tipo de represión que iba a ejercer en los años siguientes.
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