domingo, 1 de mayo de 2011

Historia. Temas largos. LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.

Aqui va otro tema largo. Aviso: hay mas antes de la guerra civil pero los tengo en otro ordenador asi k empiezo con estos, y luego con los del franquismo, hasta que pueda subir los anteriores. Perdonad las molestias! ^^

LA GUERRA CIVIL: DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA.

La guerra civil española tuvo fuertes implicaciones internacionales. En los años 30 se había producido una marea antidemocrática que fue afectando a cada vez más países europeos, por eso, Hitler y Mussolini se aprestaron a proporcionar la ayuda bélica que le solicitaron los generales Franco y Mola. Ante esa intervención, el gobierno republicano pidió a Francia la venta de armamento que pudiera contribuir a aplastar la rebelión, cosa a la que, inicialmente, el gobierno francés aceptó. Pronto el gobierno inglés le obligó a cambiar de política: el primer ministro quería evitar que la guerra española provocara un conflicto europeo, lo que condujo a establecer la política de no intervención en la guerra española.

La sociedad de naciones fracasó en numerosos conflictos y también en el español. Las potencias (Inglaterra y Francia) que mas debían velar por la defensa de la paz y de la democracia se inhibieron ante el conflicto español y acordaron el Acuerdo de no intervención. Esa “no intervención” fue la traducción al caso español de la política de apaciguamiento que emplearon esas potencias democráticas ante la amenaza de expansión y agresión nazi-fascista. La intención era evitar que el conflicto español se internacionalizase a causa del apoyo militar de fuerzas extranjeras. Su labor, sin embargo, fue un fracaso: desde el principio Italia y Alemania, firmantes del acuerdo, apoyaron descaradamente al bando rebelde. Aún más, cuando el comité estableció un sistema de control marítimo y terrestre para impedir el aprovisionamiento de material a ambos bandos, Alemania e Italia se encargaron, junto con Francia e Inglaterra, de establecer ese control. Los puertos rebeldes pudieron seguir recibiendo armas, a diferencia del bando republicano.

Al final, la “no intervención” se convirtió en la farsa de la no intervención, una política que perjudicó abiertamente a la república. Entre otras incongruencias destacan: Que Inglaterra firmó un acuerdo con Mussolini por el que admitía la presencia de tropas italianas en España; y que el presidente Roosevelt, que íntimamente apoyaba a la república, no pudo evitar que grandes empresas americanas abastecieran al bando franquista con material estratégico.

Las dictaduras fascistas ayudaron a los militares sublevados constituyendo un factor decisivo en el desarrollo de la guerra y en la victoria final de los rebeldes:
La Alemania nazi de Hitler ofreció su ayuda en el ámbito militar, proporcionando material bélico de todo tipo, participó, asi mismo, de forma directa con la legión cóndor (responsable del bombardeo de Guernica). El total de soldados y oficiales alemanes ascendía a 20.000.

La Italia fascista de Mussolini proporcionó también una ayuda vital en aviones, carros y artillería, mayor que la de Alemania en hombres y en valor económico. El cuerpo de tropas voluntarias donde intervinieron cerca de 100.000 soldados y oficiales. Su descalabro mas importante fue el de Guadalajara. La armada italiana tuvo una importancia decisiva en el bloqueo naval a los puertos de la república.
Menor, pero también importante fue la aportación del estado novo portugués con el envío de voluntarios (los viriatos) y el apoyo logístico al ejército franquista.
Mención aparte merece la actitud del Vaticano, que un mes después de que los obispos publicaran su Carta de apoyo a Franco, el papa Pío XI, reconoció al nuevo régimen franquista, una ayuda fundamental para su legitimación a escala interna e internacional.

Si la república no contó con la ayuda de las democracias occidentales, si recibió la ayuda de la Unión Soviética y de México.

La URSS firmó en Agosto de 1936 el tratado de no intervención en la creencia de que éste forzaría el cese de la ayuda germano-italiana. Al no ser así, Stalin se consideró libre para atender a la petición de ayuda militar hecha por el gobierno de Largo caballero; ésta se inició con el envío de asesores y expertos militares, aviones, carros de combate, y otro material bélico convencional. La llegada de estos envíos se fue haciendo cada vez mas difícil tanto por la prohibición expresa del comité de no intervención como por el hundimiento de los mercantes por parte de submarinos italianos y alemanes. La ayuda soviética pudo jugar un papel importante en el inicio de la guerra pero fue debilitándose poco a poco durante su desarrollo. Tema polémico fue el pago de esta ayuda, ya que el gobierno de la república decidió depositar en Rusia una buena parte de las reservas de oro del banco de España.
El presidente de México proporcionó también, desde el primer momento, armas, alimentos, y apoyo diplomático a la república; aunque su aportación fue considerablemente menor a la de la URSS.

Por último destaca la participación en el frente republicano de unos 50.000 voluntarios internacionales. Muchos se integraron en diversas unidades de las Milicias republicanas o en el ejército. El contingente mas importante lo formaron las famosas brigadas internacionales, unidades de choque que tuvieron una intervención decisiva en numerosas batallas de la guerra. Voluntarios de mas de 50 nacionalidades se dirigieron a España para defender la República agredida y detener el avance fascista.

La mayoría de los historiadores considera la guerra de España como un prólogo de la segunda guerra mundial. Fue el primer conflicto abierto entre las potencias fascistas y las fuerzas democráticas españolas unidas en el frente popular. Éstas últimas perdieron la batalla, pero demostraron que se puede hacer frente al fascismo. Las enseñanzas sirvieron para derrotar luego a las potencias del eje.

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